Uno de los principales retos que tienen los sistemas pensionales de contribución definida es que requieren que los trabajadores comprendan conceptos financieros complejos para tomar decisiones óptimas en relación al ahorro para su vejez. A esto también hay que sumarle que los individuos tienen ciertos sesgos de comportamiento que los llevan a tomar decisiones que afectan negativamente su ahorro y su pensión. Ante esta problemática, Fuentes et. al (2017) realizaron un experimento de campo en Chile para determinar si darle información personalizada a un grupo de trabajadores tiene un efecto significativo sobre su nivel de ahorro para el retiro y su decisión de retirarse del mercado laboral. En particular, los individuos recibieron información detallada sobre su mesada pensional en cuatro escenarios: status quo, aumento en la densidad de cotización, incremento del ahorro en pensiones voluntarias y el aplazamiento del año de retiro.
Los resultados indican que la información personalizada llevó a que lo trabajadores aumentaran en promedio un 15% su ahorro en pensiones voluntarias de manera temporal. En particular los autores encuentran que el efecto es más grande para aquellos trabajadores jóvenes que habían sobreestimado la pensión que podrían recibir. Finalmente, Fuentes et. al (2017) discuten que este tipo de información puede ser complementada con otros mecanismos que generen un mayor compromiso para aumentar el ahorro de largo plazo, como el programa SMarT, desarrollado por Thaler y Benartzi.