En la décima edición del Melbourne Mercer Global Pension Index se comparan los sistemas previsionales de 34 países utilizando más de 40 indicadores agrupados en tres pilares: adecuación, sostenibilidad e integridad. El objetivo del índice es clasificar y comparar de forma general los sistemas de retiro de los países, así como resaltar algunas de las deficiencias de cada sistema y las soluciones que se pueden sugerir para la construcción de un sistema previsional con beneficios adecuados, sostenible a largo plazo y con mayor confianza en los sistemas privados.
El índice general, que corresponde al promedio ponderado de los tres pilares de análisis muestra una gran diversidad entre los sistemas analizados. Así, el país con la peor calificación, Argentina, obtuvo una calificación de 39,2 sobre 100; mientras que los Países Bajos obtuvieron un puntaje de 80,3, el más alto de la muestra. En general, los países se encuentran bien calificados en el pilar de integridad, que incluye características como regulación, gobernanza, comunicación y costos. Sin embargo, las menores puntuaciones se logran en el pilar de sostenibilidad, en donde se evalúan características como activos totales del sistema, deuda del gobierno, demografía, etc.
De esta forma, los autores establecen que varios de los retos relacionados con el envejecimiento de la población son similares en todos los países analizados, sin importar otras características sociales, políticas, económicas, etc. Por lo tanto, consideran que se pueden aplicar reformas similares relacionadas con ajustes en las edades de pensión, los niveles de ahorro para el retiro y de algunos problemas en el diseño de beneficios. Finalmente, se resalta que las grandes diferencias entre los sistemas pensionales de los países revelan la tensión entre sistemas de reparto y sistemas fondeados, resaltando que los activos de los fondos de pensiones se han convertido en una contribución clave para la sostenibilidad de los sistemas ante el envejecimiento de la población a nivel global.
