En Noviembre se presentó una fuerte volatilidad en los mercados ante expectativas de políticas menos acomodaticias dado el inicio del tapering por parte de la reserva federal, así como por una mayor incertidumbre asociada a la Inflación. Al cierre del mes primó la incertidumbre ante la nueva variante Omicron sobre la que se anticipa un índice de contagio mayor y sobre la que aún se desconoce efectividad de las vacunas. Lo anterior, generó una fuerte aversión al riesgo ante preocupaciones de desaceleración del ritmo de recuperación luego de que se anunciaran nuevamente cierres de fronteras en algunos países europeos y asiáticos. La incertidumbre llevó a los activos de riesgo a presentar desvalorizaciones principalmente en mercados emergentes. Por su parte, el aumento de precios y las expectativas frente a ajustes en los estímulos monetarios y fiscales continuaron generando incertidumbre y desvalorizaciones de la renta fija global.
En el panorama local, se presentaron desvalorizaciones en la renta variable y desvalorizaciones de la renta fija en línea con el comportamiento global, mientras que se presentó una depreciación del peso ante el aumento de la aversión y la disminución de los precios del petróleo. El mercado estará especialmente atento a la evolución de la nueva variante, ajustes monetarios en EEUU, la inflación, la recuperación de la economía y el panorama político de cara a las elecciones del próximo año.