¿Hacia dónde va la economía global? ¿Cuáles serán los desafíos en los próximos meses?
- En el caso colombiano los expertos avizoran nubarrones como un déficit creciente, un bajo ahorro privado, y los pendientes en materia de reformas como la laboral y pensional.
Bogotá, 21 de abril de 2022. Este año presenta una de las coyunturas económicas más desafiantes, producto de la alta inflación global, las tasas de interés crecientes, y más recientemente el conflicto Rusia Ucrania.
Para Kathryn Rooney, directora de investigación macroeconómica global y estrategia de inversión para Bulltick y una de las expertas participantes en el 15º Congreso FIAP Asofondos, estos nubarrones podrían conducir a una “estanflación”, esto es alta inflación y simultáneamente bajo crecimiento.
Según la economista, particularmente en Estados Unidos, desde ya se está observando una tendencia a la baja en la confianza del consumidor y del empresario y del sector de servicios acompañado de una tendencia creciente de inflación.
Y agregó que a este contexto se suma el impacto negativo del incremento en los precios del petróleo como consecuencia de la guerra Rusia-Ucrania. Según la experta, cada incremento de $25 en el precio del petróleo, le resta 0,44 puntos porcentuales al crecimiento del PIB real de EE.UU.
Rooney advirtió sobre “el riesgo más grande que estará en lo que decida la FED”, pues según ella “lo que históricamente ha cambiado la economía de desaceleración a recesión ha sido una FED demasiado agresiva”.
Afirma que en estos momentos tenemos una FED enfrentando una situación muy complicada, que debe lograr bajar el balance sin frenar la economía ni afectar el mercado inmobiliario. Finalmente, en suma, aseguró que “ya no preocupa la inflación, sino la estánflación”.
¿Y para Colombia qué?
Los análisis sobre el contexto actual hacen prever que, pese a los vientos de cola, hay oportunidades de inversión para Colombia, Brasil y Perú, en sectores relacionados con materias primas, cuasi-soberanos energéticos con exposición al sector petrolero. Para los panelistas, en el panorama colombiano es una preocupación latente la inflación observada y sus efectos económicos y sociales.
En concepto de Jose Ignacio López, director de estudios económicos de Corficolombiana, la economía colombiana viene creciendo de forma desbalanceada entre consumo e inversión, y advierte que se avecinan “aguas turbulentas en materia fiscal en los próximos años, existen retos enormes de financiamiento ante un déficit creciente, en la medida en que estamos subsidiando el precio de los combustibles”.
Coincide con él, Juana Téllez, economista jefe de BBVA, quien afirmó que, pues “estamos viendo en un exceso de gasto en términos fiscales, además el ahorro está bajando mucho, “antes de la pandemia era 17% del PIB y ahora es 13%, esto se debe al desahorro fiscal que estamos observando y al bajo ahorro privado. Enfrentamos un desbalance de cuenta corriente alto, cercano al 4% para cierre de este año, que genera retos a la financiación en un momento de incertidumbre”.
Por su parte, Roberto Steiner, codirector del Banco de la República enfatizó en la necesidad de no olvidar el rol del banco central, y que a pesar de que se cuestionen sus decisiones de política no hay razón para cuestionar su institucionalidad.
“La inflación es el impuesto más regresivo de todos, esta debe ser la mayor preocupación del banco como establece la constitución: propender por una inflación baja y estable”. Además, afirmó que el tema de los subsidios a los combustibles es crítico, pues no solo es un subsidio muy regresivo, sino que tampoco conduce a un país más verde.
Finalmente, la economista Ana Fernanda Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad, resaltó la importancia de “aterrizar y explicar a los colombianos los consensos que se tiene el diagnóstico de las problemáticas”.
Además, destacó que el país tiene tareas pendientes en el mercado laboral y el sistema pensional. Al respecto, José Ignacio también agregó que es necesaria la educación sobre el sistema pensional para que deje de ser tan ajena a las universidades y al ciudadano del común y se puedan entonces generar discusiones informadas.
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