En este trabajo, Bosch, Melguizo y Pagés comienzan por realizar un diagnóstico de la cobertura pensional en América Latina y el Caribe, reconociendo que, a pesar de las reformas realizadas en los años 90, la cobertura de pensiones en los diferentes países de la región sigue siendo baja. Dado esto, los autores llaman la atención sobre la falta de mecanismos en la región para evitar la caída del ingreso en la vejez y su eventual repercusión sobre los avances que se han logrado en la reducción de la pobreza y la desigualdad en las últimas décadas. Para abordar este problema, se plantean los factores determinantes de la baja cobertura pensional y sus consecuencias desde la perspectiva del funcionamiento de los mercados laborales de la región. De esta forma, los autores exponen que dentro de las causas de la deficiente cobertura pensional se encuentra el propio diseño del sistema pensional, que se centra en el ahorro obligatorio de los trabajadores asalariados, y el funcionamiento imperfecto de los mercados laborales, haciendo referencia a la alta persistencia de la informalidad y el desempleo en la mayoría de países de la región.
Finalmente, el documento ofrece algunas recomendaciones sobre cómo deben reformarse los sistemas pensionales para lograr una cobertura universal en el corto y largo plazo teniendo en cuenta la sostenibilidad de las medidas tomadas y algunas consecuencias de economía política. Estas recomendaciones se basan en dos objetivos principales: poner en el centro de los sistemas pensionales al ciudadano y no al trabajador, y atraer a todos los trabajadores a los sistemas contributivos con el fin de aumentar el ahorro pensional y asegurar pensiones adecuadas. Dentro de las recomendaciones se encuentran elementos como una pensión universal para adultos mayores, ofrecer subsidios a las contribuciones, la incorporación gradual de trabajadores no asalariados a los sistemas contributivos, mejoras en la fiscalización de los mercados laborales, entre otras.