Colombia, al igual que la mayoría de países, está inmersa en la transición demográfica que junto con características críticas de nuestro mercado laboral –especialmente el alto grado de informalidad– hacen inviable la existencia de un régimen de reparto puro en pensiones. En primera instancia, los autores muestran que, aunque el país debería estar aprovechando los beneficios del “bono demográfico” de su población, esto no ha sido así debido a los altos niveles de desempleo e informalidad actuales y al estancamiento en la productividad de los trabajadores. Asimismo, el documento muestra que el envejecimiento de la población junto con el mal funcionamiento de los mercados laborales se traduce en un riesgo para la sostenibilidad de los sistemas de reparto, lo que además tendrá como consecuencia que el número de adultos mayores sin pensión sea muy alto en el futuro.
Debido a esta situación, los autores proyectan los parámetros bajo los cuales un sistema de reparto estaría en equilibrio en Colombia, encontrando que dichos cambios son imposibles de aplicar. En consecuencia, se hace evidente la inviabilidad de los sistemas de reparto y la razón por la cual van a tender a desaparecer. Con base en lo anterior los autores concluyen que los gobiernos deben repensar los sistemas pensionales para que sean sostenibles en el tiempo y que aseguren mayor cobertura y equidad.
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