En agosto, el resurgimiento de casos por la variante Delta y la continuidad de contagios en EEUU observados en los últimos meses fortalecieron un escenario de crecimiento menos optimista. Sin embargo, en el periodo no se generaron mayores volatilidades, dada la mayor asimilación y gestión del virus a nivel global. A su vez las menores preocupaciones frente al control de la inflación en EEUU, la continuidad de liquidez en la economía, y la señal de calma enviada por la FED frente a un eventual inicio gradual de compra de activos, trajeron tranquilidad al mercado generando valorizaciones de los activos a nivel global. Si bien se prevé un pronto inicio del tapering (reducción paulatina en la compra de activos) por parte de la FED, seguirá siendo prioridad la recuperación económica y un mayor progreso de las economías hacia su pleno empleo y estabilidad de precios, dando un mayor espacio para la continuidad de políticas expansionistas.
En el panorama local, en línea con la menor aversión al riesgo global, se presentaron valorizaciones de los activos locales y una apreciación del peso ante la debilidad global del dólar en las últimas semanas de agosto. El mercado estará especialmente atento a la evolución de la inflación, a la evolución de la recuperación de la economía y el panorama político de cara a las elecciones del próximo año.